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Datos Generales


Distancia a Jaén: 15 km.

Población: 1.402 habitantes.    Hombres: 718    Mujeres: 684 

Altitud: 432 m.

Superficie: 35 km2.

Gentilicio: Fuerterreño. 

Fuerte del Rey se encuentra muy próximo a la capital provincial jiennense, a 15 km. Su dedicación es principalmente agrícola, sobre todo olivarera, hasta hace poco dominada por la campiña cerealista. La construcción y las industrias de transformados metálicos, aperos agrícolas y maquinaria auxiliar oleícola tienen cierta importancia por el empleo que generan. Su altitud es de 432 m y su extensión es de 35 km2. Cuenta con una población aproximada de 1.259 habitantes.

Fuerte del Rey se encuentra muy próximo a la capital provincial jiennense, a 15 km. Su dedicación es principalmente agrícola, sobre todo olivarera, hasta hace poco dominada por la campiña cerealista. La construcción y las industrias de transformados metálicos, aperos agrícolas y maquinaria auxiliar oleícola tienen cierta importancia por el empleo que generan. Su altitud es de 432 m y su extensión es de 35 km2. Cuenta con una población aproximada de 1.259 habitantes.

Su paisaje se caracteriza por configurarse sobre relieve suave de lomas redondeadas sin fuertes pendientes entre las que discurren las aguas de diferentes arroyos como el Saladillo, el de Las Cuarenta o el de la Silla del Conde, principalmente, que drenan al río Guadalquivir. Entre esas lomas destaca la del Cerro de Las Atalayuelas, con 598 m de altitud, en la parte más meridional del término municipal.

La vegetación de este municipio está claramente influenciada por el uso agrícola de sus tierras, lo que ha dado lugar a que encinares y matorrales originarios fuesen paulatinamente reemplazados por olivos, casi en toda su extensión, y por otros cultivos como trigo o cebada. La escasa vegetación de origen natural, por tanto, ha quedado relegada a cunetas de carreteras y caminos, dando color a los bordes de los mismos con amapolas, margaritas, cardos, mostazas, hinojos, alcaparras, malvas, regaliz, etc. Mientras, en los arroyos se pueden encontrar restos de vegetación de ribera con cañas, tarays y álamos.

Este paisaje antropizado ha posibilitado la llegada de aves esteparias que a lo largo del año van dando se paso unas a otras, destacando en el invierno la avutarda, ave de gran tamaño y peso capaz de volar que sobrevive en determinadas áreas de cultivo, o el sisón, más frecuente y fácil de contemplar. Algo parecido ocurre con los aguiluchos, predadores que se turnan durante el año, con el aguilucho cenizo durante la primavera y verano en busca de ratones, lagartijas y grandes insectos, al que con el invierno sustituye el aguilucho pálido. También es común el cernícalo primilla, halcón muy escaso en nuestro continente pero muy frecuente en la campiña. La caza menor es abundante, en especial de la perdiz y la liebre, aunque dichas especies se encuentren sometidas actualmente a una fuerte presión por parte de los cazadores.

Pero por su interés, más histórico que natural, destaca el grupo de mesetas que configuran Las Atalayuelas, con yacimientos arqueológicos muy estudiados, que datan del II milenio a. C. y que han permitido reconstruir la historia más antigua, no sólo de este municipio, sino de la comarca de la Campiña Norte de Jaén, ya que posteriormente fue dando cobijo y defensa a sucesivas culturas hasta llegar a la romana, que demarcó su territorio a base de torres, entre ellas las del Calvete o el Espino, y reestructuró su urbanismo en la etapa romana del alto imperio llegando a ser reconocida como ciudad con Vespasiano.




Ayuntamiento de Fuerte del Rey

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